martes, 27 de octubre de 2009

La busqueda parece incesante


Alberto caminaba, corría, andaba... sin saber a dónde, sin saber por qué... solo caminaba. Tenía sed pero no se saciaba con nada de lo que tomaba y se sentía ancioso pero no descifraba por qué. Él solo se dedicaba a caminar, a pintar la acera con su sombra multicolor y a impacientar al viento con su rostro sin expresión.... solo se dedicaba a buscar pero a buscar.. ¿qué y dónde?.. de eso no tenía la menor idea. Lo extraño es que ya eran las 5 de la mañana y el alba se asomaba por el firmamento, nadie lo notaba; los pájaros empezaban con sus matutinos cantos y por fin, empezaba el buyicio de la ciudad; los cantos matutinos de los ansiosos niños llendo al colegio o a donde sea que irian, los primeros pasos y gritos de los vendedores de pan y los prolongados bostezos de la gente ordinaria que desea no ir a trabajar..... En fin..
Albero no se inmutaba, seguía sin mostrar gesto alguno, él solo caminaba como si fuese invisible, como si nadie pudiese notar su sin razón y su dilema. Pasaba como pasa una ramita en un río, inquebrantable, firme y simplemente... insignificante. Para Alberto el mundo entero se detallaba en aquel preciso momento en su insaciable búsqueda.
¿Cómo es que algo tan inmenso se pueda ver sumergido en lo especifico, en el detalle, ya que lo pequeño sueña con llenarse del todo para poder saciarse y tener la necesidad de buscar mas y mas?
Alberto era lo pequeño, buscaba en grande y no encontraba , por eso caminaba y caminaba esperando encontrar en cada huella mil respuestas para una sola pregunta y en cada paso que daba se encendía una esperanza de estar cada vez más cerca .
Como Alberto anda, nosotros también lo hacemos; caminando, corriendo y andando buscamos ese algo que nos haga cesar la búsqueda, ese algo que nos llene del todo y ese algo que nos de una expresión para mostrar, para dejar de ser invisibles e insignificantes. Es cierto... viviremos atormentados por el mundo, por sus gritos y cantos matutinos, por el reloj que nos persigue jugandole pasadas al tiempo y por cada una de esas mañanas que nos incita a hacerle corriditas al sol para alcanzarlo antes de que anochezca. Pero... que importa...cada uno de nosotros vino al mundo solo y único en ese instante, no acompañado, y por eso mismo cada uno es dueño de una misión específica y aunque el camino sea compartidi y cosas buenas o malas se nos crucen, las huellas avanzadas serán solo de uno. Sabrás que uno de los miles de colores en la acera será tuyo y de nadie más, será tu avance y tu retroceso, tu persistencia. Sabrás que el camino será a veces denso pero que la sed es aún mas fuerte, caminarás y caminarás, buscando algo que te será una necesidad, algo que te será básico para poder andar. El viento te rozará la cara suavemente y a veces te la lastimará, ordenandote cambiar de rumbo pero ... ¡NO!... no le debes hacer caso, sigue andando que el deseo puede más, la sed puede más, deja que el alba aparezca, que el sol te persiga te alcance y te pase... déjalo, deja que los niños griten y canten, deja que la gente reproche una y otra vez el hecho de tener que trabajar, deja que todo pase, deja que el reloj te acose, te apure... DÉJALO; sigue tu camino y sea lo que sea no mires hacia atrás que el que te guía, el timón de ti mismo, es tu corazón y este avanza ciego a sus convicciones y libre a sus posibilidades.
¡Corre! ¡Corre! que ya estás cerca - te ordena.
¡Corre! ¡Brinca! ¡Rie! ¡Llora! ¡Solo avanza que ya estás por llegar!
Avanzas cada vez mas rápido y la espera es incesante, tu corazón latiendo cada vez más rápido tiene ganas de llegar y tu también. Sólo te dejas llevar.
La prisa sigue y la ansiedad aumenta.
De pronto... paras... Alberto también lo hace y todo a su alrededor también. No sabes como describirlo... solo sientes que un aire fresco juega con tus cabellos y no sabes ni cómo ni por qué ya no hay necesidad de seguir buscando, pues algo encontraste.
No sabes cómo el buyicio que te seguía desapareció, ni cómo desapareció la ruta interminable, sólo te encuentras frente a la grandeza que se hizo pequeña ante ti y te dice:
"Seré grande pero pienso en el detalle, buscaste caminando y andando algo sin saber y dejaste que todo pase como debía pasar. Ahora sientes que nada te hace falta y pues.. es así. Vé y bebe de aquel infinito horizonte, sabrás que tu búsqueda por fin cesó.
Vé y mañana serán muchos días más, vé, descansa, sé. Nos vemos al alba"
Inspirado en una de muchas silenciosas retiradas del buyicio matutino.


Por: Clarisa Nuñez - Melgar Molinari

2 comentarios:

  1. Qué increible leer este texto nuevamente... siempre es bueno recordar lo que uno andaba buscando...lo que a uno le costó tanto encontrar...ya que por momentos perdemos de vista nuestro destino. Me animaste a escribir algo...pronto...Vane

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  2. Que increiblee!! q increiblee! no puedo creer q la tecnologia sea una herramienta tan poderosa para encontrarse de nuevo con Dios... desde estas cosas q al parecer son simples...

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